Has venido como el viento fresco en una tarde calurosa de verano.
Tomaste de mis manos el polvo de otros amores.
Me diste una nueva boca con la cual alumbrarme en la oscuridad.
Te fuiste a darle forma a otras nubes para ya no volver.
Me pone triste saber que mi corazón estará en manos que no sean las tuyas.
Triste e indignada olvido tus frases gastadas, esas que usan los perros como tú.
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